¿Tienes resistencia a la insulina? A lo mejor te falta sodio.
El sodio es un nutriente esencial que el cuerpo necesita para mantener los fluidos corporales en equilibrio y es el principal electrolito EXTRACELULAR del cuerpo. Es decir, es el mineral electrolito más presente en el líquido que rodea las células y se pierde principalmente al orinar y transpirar.
El sodio juega un rol en los siguientes procesos:
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Regula la presión arterial junto al POTASIO ya que el sodio puede aumentar la presión arterial, el potasio puede disminuirla, también regula el reparto de agua en el organismo y el volumen sanguíneo.
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Contribuye al proceso digestivo, colabora en la absorción de nutrientes.
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Fundamental para el correcto funcionamiento de los músculos -la contracción muscular- y del sistema nervioso.
- Es el encargado de movilizar nutrientes a través de las membranas celulares (proceso llamado 'transporte activo').
La dosis diaria recomendada, que es el mínimo requerido para prevenir deficiencias de minerales es 2.300mg al día, pero esto no considera cuántas veces una persona va al baño o qué tanto transpira.
Deficiencia: consumir menos de 1.000mg al día.
La deficiencia de consumo de sodio podría producir:
- Deshidratación.
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Alteraciones de los impulsos nerviosos, contracciones musculares y ritmo del corazón (aún más si existe insuficiencia renal o cardiaca).
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Incapacidad para digerir los alimentos. Estreñimiento.
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Falta de energía, cansancio, fatiga.
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Hiponatremia, un trastorno con manifestaciones neurológicas; dolores de cabeza, neuralgias, confusión mental, náuseas y delirio; Disfunción Cerebral.
Las fuentes ricas de sodio son:
- los distintos tipos de sal: mar, roca.
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el agua mineral no filtrada y, en mucho menor proporción, en algunas verduras tales como:
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apio, tomates, lechugas,
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en carnes, pescados,
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algas, granos y legumbres.
Si no estás obteniendo la dosis mínima diaria, necesitas suplementar.